Hay una voz
por la que daría
los oídos
si se me prohibiese
escucharla.
hay una pielpor la que daría
los oídos
si se me prohibiese
escucharla.
por la que daría
las manos si se
me prohibiese
tocarla.
Estás ahí
amenazante,
mirándome
y yo
daría los ojos
si se me prohibiese
mirarte.
Julio Vgs
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